¿Un vecino infernal?
Para nadie es un secreto que la convivencia social puede ser muy difícil, principalmente la que tiene que ver con las relaciones dentro del barrio. Todos nosotros, de una manera o de otra, nos incluimos en el tema, porque nos vinculamos a una comunidad, y lo mismo que la actitud de los demás repercute en nuestro acontecer diario, las nuestras influyen en la armonía general. Establecer lazos de amistad y fraternidad con los vecinos resulta placentero. Se agradece llegar a la casa y sentirse rodeado de tranquilidad, de “buena onda”, como dirían algunos. Lamentablemente, no siempre es así, y entonces se sufre cuando los vecinos, lejos de ser hermanos, constituyen una molestia. Colindamos con muchos, y de ahí que deban respetarse las normas elementales de convivencia con los vecinos, principalmente cuando se vive pared con pared. Pero existen indisciplinas bien frecuentes, como escuchar la música con un volumen excesivo, depositar los desechos en lugares inapropiados, omitir lla