Hablando un poco de oferta y demanda en el transporte.
"Oferta
y demanda": la frase casi se ha convertido en un slogan utilizado como pretexto
para mantener elevadas tarifas en el sector del transporte de pasajeros. Sin
embargo, muchos desconocen su verdadero significado, incluyendo no solo a
quienes afirman aplicarla, sino a la mayoría de los pobladores que aceptan lo
impuesto por los particulares de modo conformista.
Lo
que en verdad está surtiendo efecto, es el acuerdo que tienen los
transportistas de monopolizar los precios, por eso todos les cobran
prácticamente lo mismo a los pasajeros, en dependencia del tipo de vehículo.
Así, los camiones y camionetas tienen menor tarifa que los llamados paneles o
pisicorres y las máquinas, estos en teoría deben ser los más cómodos, una
fórmula que solo se cumple en contadas ocasiones.
Por
otra parte, en caso de que los precios varíen, casi nunca es en beneficio del
pasajero, pues en horarios de mayor demanda, generalmente se debe pagar mucho
más, lo contrario, es improbable.
Es
cierto que en el ejemplo de subir la tarifa cuando hay mayor concentración de
viajeros, sí se cumple la ley de oferta y demanda, pero hay otras condiciones a
tener en cuenta para que la misma sea efectiva: los precios deben fluctuar en
dependencia de la cantidad de personas y de medios de transporte que haya, si
hay más vehículos que pasajeros, lo correcto sería cobrar menos y viceversa.
Además,
nosotros como consumidores del servicio, tenemos el derecho de elegir donde
queremos irnos, sin que nadie nos lo imponga. El problema está en el
desconocimiento.
A mi
entender, es un imperativo que se implemente una regulación en este sentido por
parte de las instituciones estatales, lo cual, unido al análisis de cómo
facilitar a los particulares los recursos, las materias primas necesarias para
continuar prestando el servicio, pueden contribuir a la solución del problema.
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