Songo – La Maya y la complicidad con Buena Fe
Sólo
habían pasado unos minutos después de las diez y media de la noche. Eran muchos
los que esperaban impacientes a que apareciera el grupo anunciado. El escenario
escogido para el concierto fue el área de recreación juvenil La Pista. Algunos
pequeños inconvenientes como el apagón fuera de pronósticos no impidieron el
encuentro de los ídolos musicales con el público songomayense. Y de un momento
a otro allí estaban, de muy buena fe,
para llenar de melodías frescas e inteligentes el lugar y los corazones. El grupo
liderado por Israel Rojas, vocalista y compositor y Yoel Martínez, guitarra
acústica y voz segunda, se hacía palpable para compartir su arte exquisito y
alejado de banalidades.
Así
durante más de hora y media, recorrieron su repertorio y ofrecieron temas tan
conocidos como Déjame entrar, Nacimos Ángeles, Gracias por el fuego, Das
más, Mamífero nacional, Catalejo, Pi tres coma 14, Playstation,
Ser de sol, Volar sin ti, hasta algunos más recientes incluidos en su último
producción discográfica “Soy”, fue el
caso de Dame guerra y Casanova, Cecilia Valdés y La bella
durmiente.
La
originalidad, el sentimiento y desenfado de las letras, que invitaron a la
reflexión y a la polémica, a mirarnos por dentro para reencontrarnos con
nuestras esencias humanas, matizaron la presentación de punta a cabo, aunque
también hubo espacio para el baile y la alegría sana que caracteriza a este
pueblo.
La
acogida fue cálida, sencilla, haciéndolos sentir como en casa, porque ellos en
efecto, son bien nuestros, del Oriente y de toda Cuba.
Aplausos
y elogios para el quehacer de Cultura, Comercio y Gastronomía, el MININT y
otros sectores que facilitaron el acercamiento de los artistas con sus
seguidores de este pedazo de geografía cubana y no dieron espacio a los contratiempos.
El
equipo de prensa de la Sonido SM estuvo allí también, haciéndose partícipe de
ese encuentro cómplice entre la música cubana contemporánea y sus consumidores.
Las
impresiones no pudieran describirse en unas pocas líneas, pero qué mejor final
para esta crónica que las propias palabras de Israel Rojas dirigidas al pueblo
de Songo- La Maya:
“Siempre he dicho que este es un pueblo
al que quiero y admiro desde mis años de universidad, por aquí transitaba hasta
mi natal Guantánamo cada semana y con esta nueva visita compruebo la aceptación
de mi música; por tanto a todos y cada uno de los songomayenses, el abrazo y la
complicidad de Buena Fe”.
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