¿Inventos de la humanidad creados por error?



¿Alguna vez has escuchado la palabra “serendipia”? Quizás la respuesta sea negativa, pero seguramente al menos una vez te has hecho un examen de Rayos X, has visto fuegos artificiales o has comido papitas fritas.
Son algunos de los inventos de la humanidad que han sido creados por error.
Una serendipia es un descubrimiento o un hallazgo afortunado e inesperado que se produce cuando se está buscando otra cosa distinta. También puede referirse a la habilidad de un sujeto para reconocer que ha hecho un descubrimiento importante aunque no tenga relación con lo que busca.
En términos más generales se puede denominar así también a la casualidad, coincidencia o accidente, o como decimos a veces, de “chiripa”.
En la historia de la ciencia son frecuentes las serendipias. Por ejemplo, Albert Einstein reconoce esta cualidad en algunos de sus hallazgos.
La serendipia ha estado presente en la humanidad desde siempre. Una vieja leyenda china cuenta que hace más de dos mil años los fuegos artificiales fueron inventados en la mezcla casual que hizo un cocinero de carbón, azufre y sal de mar.
Al juntar estos elementos, se produjo una explosión que después comprimiría en un tubo de bambú, origen por tanto de los fuegos artificiales, que eran utilizados para espantar a los malos espíritus en ritos como el matrimonio.
En el área de las ciencias médicas se emplea mucho el antibiótico penicilina, que curiosamente, fue descubierto por casualidad. En 1922 Alexander Fleming estaba analizando un cultivo de bacterias, cuando se le contaminó una placa de bacterias con un hongo. Más tarde descubriría que alrededor de ese hongo no crecían las bacterias e imaginó que ahí había algo que las mataba. Aunque él no fue capaz de aislarla, ese episodio dio inicio al descubrimiento de la penicilina.
En el caso los Rayos X, en 1896, el físico Wilhelm Conrad Roentgen  había descubierto la relación entre unos extraños rayos catódicos que atravesaban papel y metales y la emulsión fotográfica. Es por esto que se decidió a experimentar con humanos. Le pidió a su esposa que colocase la mano durante quince minutos sobre la placa de cristal que había creado. Al revelar la misma, apareció una imagen histórica: las falanges de la mano de Berta con su anillo de bodas. Esta fue la primera imagen radiográfica del cuerpo humano y aquí nace la Radiología.
Se dice que Arquímides descubrió su famoso Principio mientras se tomaba un baño, al observar que su cuerpo desplazaba una masa de agua equivalente al volumen sumergido.
Su objetivo inicial era averiguar si la corona de Hierón II, gobernador de Siracusa, estaba hecha completamente de oro o si el orfebre le había añadido plata.
La fotografía y el cine también se han visto muy beneficiadas por los descubrimientos casuales, como el fotograma y el celuloide.
La cocina también le debe algunos grandes inventos a la casualidad. Por ejemplo en 1789, Constantine Fahlberg descubrió la sacarina mientras analizaba una muestra de alquitrán de hulla. Al parecer,  Fahlberg olvidó lavarse las manos después de una jornada de trabajo y cuando probó el pan de su sándwich tenía un sabor muy dulce.
Dulce como el refresco de cola, que fue descubierto por el farmacéutico John Pemberton cuando mezcló varios ingredientes para conseguir un remedio para el dolor de cabeza.
Ocho años estuvo vendiéndose en farmacias y después pasó a ser oficialmente un refresco.
Otras sustancias y utensilios útiles para la cocina que también han sido descubiertos por casualidad son el celofán, el teflón (usado en sartenes y ollas) y el horno de microondas.
Este último lo inventó Percy Spencer en 1945 cuando se encontraba estudiando un aparato de señales de radio con fines militares y se dio cuenta de que la chocolatina que llevaba en el bolsillo se había derretido.
Esos son solo algunos ejemplos, pero hay muchos otros inventos  hechos por error que pueden estar presentes en nuestros hogares, centros de trabajo o estudio, y en otros ámbitos.
En muchas ocasiones se piensa que para crear un nuevo producto que cambiará la vida de millones de personas, es necesario ser un genio y pasar por un proceso largo y complicado de invención.
Sin embargo, como ya hemos conocido, también existen los inventos que son creados por accidente.

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