Del chisme y sus enredos...
Me
contaron…, dicen..., escuché por ahí…, a mí no me crean…, con esas frases comienzan generalmente los
chismes, esos molestos rumores que tanto abundan en nuestra cotidianidad
Un
chisme es un comentario (verdadero o falso) con el que se pretende indisponer a
unas personas con otras, o con que “se murmura de alguna”. Se hace a sus
espaldas, a causa de la mala voluntad, intereses personales, vanidad, la
envidia o el odio.
Los
chismes pueden tener temas variados como de índole sexual, apariencia física o
desempeño profesional, y son tan comunes en nuestro día a día, que quizás pasen
muchas veces desapercibidos entre nosotros, no por su contenido sino por el
hecho de emitirlos.
Sin
embargo, aunque a algunos chismes no les demos mucha importancia, a veces se
convierten en una forma de violencia que puede causar serios problemas a
quienes la padecen.
Las
víctimas del chisme pueden sufrir depresión, baja autoestima o problemas de
adaptación. El daño a la integridad, a la imagen personal y a la autoconfianza,
muchas veces es irreparable. Por eso es importante enfrentar o desmentir la
información divulgada o, por lo menos, defender el derecho a la privacidad.
Como bien sabemos, chismear se asocia a
enredar, intrigar, calumniar, murmurar…Cuando se riega un chisme usualmente es
para hablar de algo no convencional o prohibido en lo que ha incurrido alguien.
Así
se habla de que Fulano le fue infiel a su pareja, o de las supuestas fallas de
un compañero de trabajo, o de la vida íntima de artistas, figuras públicas o de
cualquier persona común.
El
chismoso y la chismosa pronto aprenden que sus chismes le dan poder sobre los
demás porque pueden causar un daño a quien deseen, ayudarse a alcanzar
objetivos en el trabajo o incluso, obtener ventajas en las relaciones de
pareja.
Señalan los expertos en comportamiento humano,
que los chismosos son personas que no viven su vida hacia adentro y desde
dentro, sino que viven la de los demás.
Aunque
se dice que las mujeres son más chismosas que los hombres, numerosos estudios
revelan que tanto las féminas como los representantes del sexo masculino, son igual de chismosos.
Sin
embargo, la diferencia puede estar en que las mujeres "suelen contar su
vida personal y proyectos, y ponerlos en evidencia con sus compañeros con más
frecuencia. Los hombres, por lo regular, son más reservados.
También
podríamos preguntarnos si ser chismoso se contagia. Se afirma que una persona
se puede volver así para ganarse a las demás. La presión del grupo la hace caer
en la trampa. Además, la información que recibimos podemos retransmitirla,
convirtiéndonos, sin quererlo, en cómplices. Los chismosos son por lo regular
personas manipuladoras de las situaciones, ventajosas, y riegan los chismes
para crear confusión. El chisme podemos localizarlo a nivel personal o familiar
o en grupos sociales o laborales. Y casi siempre causan muchos resentimientos y
conflictos.
Quizás
alguna vez te has sentido celoso de los logros de alguien o de la atención que
recibe y señalando sus debilidades entonces tú pareces un poco mejor. No
importa que razón demos, no debe existir pretexto alguno para chismear.
Para
evitar esa costumbre tan negativa, esfuérzate por hablar de los demás en la
forma en la que te gustaría que hablaran de ti: seguro será con buenas
intenciones. Siempre habrá quienes creen
todo lo que escuchan y se sienten obligados a repetirlo. No seas uno de ellos.
Cuando no tengas nada amable o positivo que decir, aprende a no decir nada. A
los amantes del chisme se les puede mantener a raya. Generalmente son
inseguros, ansiosos y asumen el control de las situaciones desde el ataque
social. …Una forma de frenarlos, es estar alerta y entender que siempre que
alguien se ocupe de contarte algo acerca de alguien más, tiene
inconscientemente el deseo de armar una idea equivocada sobre otros.
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